Te veo con la mente en blanco
luz desfigurada
entra por las persianas
configurando un cuerpo nevado
entre gris metalizado
y azul apagado.
Te concedo un deseo
me paro y me vierto
Que fluyan tus flujos
deseo tus olas
me quedo en tu pelo
te lavo la cara
enjabono tus huesos.
-Tú luna, ¿qué dices?
-¿Qué pasa después?
-Un largo otoño rojo, espero.
miércoles, 10 de junio de 2009
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